domingo, 1 de agosto de 2010

Caribeña

Se secaron las palabras,
Tan sólo quedan mil recuerdos
De aquellos pensamientos claros
De épocas de antaño.

Y la luz que rumoraba,
Las mil frases de un poema,
Se ha perdido vagabunda,
Ante tu augusta presencia.

Con ese tu bello rostro,
Piel canela caribeña,
Sol que abrasa esta tierra,
Que en el corazón palpita.

No es necesario palabras,
Hasta olvidar pudiese el lenguaje,
Pues palabras son tus miradas,
Mientras las más con el viento están.

Y esos, los tuyos esquivos ojos,
Se han percatado no sin molestia,
Que los míos inquietos te miran,
Descubriendo tan bello lucero.
 Pero no me miras,
Pues de nada vale fijarse en el viento,
En el tiempo que se ha marchado,
Cuando saber no se quiere
Qué será después cuando llegue el silencio.

Más sin poder resistir mirarte,
Me poso en esa tu piel canela,
En la luz de tu bello rostro,
Que si me cegara en un instante,
Sin dolor lo asumiría,
Pues el saberte a ti distante,
Es más oscuro que no ver tu rostro. 

No hay comentarios: