viernes, 22 de agosto de 2014

TACITURNO



Déjame susurrarte al oído palabras hermosas,
Esas que te lleguen al alma y son cargadas de rosas,
Para que lo que guarda mi corazón por dentro tu sepas,
Y camines de mi mano por valles y estepas.

 
Déjame regalarte la luna para ti solita;
Y aunque ella tenga el reflejo del sol en sombra,
Para que tú la ilumines con tu bella sonrisa,
Y sea claro de luz cuando nos llegue la brisa.

 
Déjame darte todo lo que he estado guardando,
Y en un baúl encerrado ha estado esperando,
A que llegaras a mi vida en este preciso momento,
Para regalarme la magia que llevabas por dentro.


Déjame llevarte hasta nunca nadie te ha llevado,
Y caminar por las nubes al profundo cielo,
Donde confluyen misteriosos tiempo e infinito,
Para descubrir el misterio del amor eterno.

 
Déjame tomarte la mano, y caminar de tu lado,
Pues el amor se desprende de un profundo misterio,
Cuando en un instante de luna se lleva por dentro,
El rostro de aquel ser que te roba un suspiro.
 

Déjame, no digas palabras, sólo camina conmigo,
Te llevare con mi amor a comprender el misterio,
De soñar y soñar sin que se agote el aliento,
Y sonreír al abrir los ojos al momento.
 

Déjame, quiero mostrarte lo que todos buscamos,
La felicidad anhelada con la que nunca nacimos,
Y que encontré al tomar un día tus manos,
En un abrazo inmortal en el que nos inundamos.

 
Quiero mostrarte nada más lo que vale un recuerdo,
Déjame ser el motor que los impulse en el silencio,
Ese lugar donde puedes encontrar lo añorado,
Y tomarlo con tus manos para resucitarlo.
 

Déjame darte entre letras un millón de besos,
Iluminados por toda una legión de estrellas,
Entre un cielo iluminado por mil mágicas hadas,
Que se desprenden de ti cuando lanzas tus miradas.
 

Déjame estar junto a ti hasta el infinito,
Y sabrás por fin encontrar el rumbo
Hacia ese amor que nunca habías tenido.