martes, 28 de septiembre de 2010

Máscaras

Nos hemos puesto mascaras,
Mientras disfrazamos nuestros miedos más siniestros,
Y caminamos lentamente por las avenidas,
Buscando sueños que se pintan tornasol.

Y luchamos contra rumbos sin sentido,
Pensamientos que se plasman en papeles,
Con mil nombres que no encuentran su reflejo,
Y que gastan los minutos de la historia.

Mientras tanto sé que tú me esperas,
En la esquina de la vida ya cansada,
Esa misma que se llena de experiencias,
Pero que me aleja de a poco de tu lado.

Y yo grito, mientras busco un destino,
Tan esquivo como el polvo de una estrella,
Entre mascaras de ilusiones tan furtivas,
Disfrazas de utopías que se aman.

Nos hemos puesto mascaras,
Tú y yo, al igual que los que pasan,
Entre espejos que se saben rechazados,
Porque muestran lo desnudo de un sueño.

Y callamos, porque aprendemos a vivir,
A caminar por las calles vagabundos,
Porque todo va tan rápido que no entiendes
Los milagros de un amor que se nos pierde.
Pero todo es tan complejo,
Pues nos acostumbramos a llevar las cosas al extremo,
Mientras muere un sentimiento que de puro,
Nos ahoga en la agonía más siniestra.

Sin embargo, tú me esperas en la esquina,
Y yo sé que no puedo encontrarte en mi destino,
Por más pasos que hacia ti yo vaya dando,
Pues te pierdo sin remedio en la avenida.

Pero grito hacia el abismo que profundo,
Me separa eternamente de ese cielo,
Pronunciando tus palabras más sentidas,
Y llevándome directo al infierno.

Pues las mascaras que por miedo nos pusimos,
Son escarchas que congelan el futuro,
Dinamita que atomizan nuestros sueños,
De por siempre vivir sin separarnos.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Volando en mi nave

Me encuentro en mi nave espacial,
Y dentro de ella el cielo está claro,
Volando a miles de kilómetros, entre estrellas lucientes,
Con el destino improviso de una bella ilusión.

Viajando galaxias jamás conocidas,
Mundos nuevos que en nada se parecen al mío,
Y en ellos te busco con ahínco frenético,
Pero por más que la busco a tu sombra no encuentro.

Y navego en un mar de miles de estrellas,
Soles gaseosos que me dan su calor,
Mientras recuerdo tu nombre que para mí es sagrado,
Buscando el santuario donde te pueda encontrar.

Estoy en un viaje en mi nave espacial,
Y mi destino concreto es tu corazón,
Pues por amarte me muero y quiero que sepas,
Que yo quiero amarte cada día más.

Pero me pierdo entre sueños que no son verdad,
Y la ilusión se ha mezclado con mi realidad,
Pues quien dijo que puedo tenerte a mi lado,
Y poder llevarte en mi nave a volar.
Me encuentro volando en mi nave espacial,
Y me falta una pista para poderme quedar,
En un mundo lejano donde te logre olvidar,
Pues es mejor eso que saber que nunca estarás.

Voy viajando sin rumbo en esta vida espacial,
Esperando un encuentro que no voy a lograr,
Mientras tanto te veo en el prisma universal,
Como diosa serena de este bello lugar.

Y entonces me pregunto, mientras no te puedo tocar,
Si sólo estás en mi mente, o eres realidad,
Pues te siento tan lejos y soy soledad,
Pero te veo tan cerca y no te puedo atrapar.

Me encuentro volando en mi nave espacial,
Y es un universo el que voy a explorar,
Pues si aterrizo en tu mente no me voy a escapar,
De esta tierra de dioses donde te puedo encontrar.

Noche Traicionera

Quédate en silencio noche traicionera,
Pues tus palabras son vanas cuando traes soledad,
No musites el nombre que no supo demostrar,
El clarear de tu luna que cálida está.

Quédate en silencio y márchate ya,
Pues por dentro me hieres de forma mortal,
Al ser tu testigo de un triste final,
Que no deja camino a la claridad.

No pronuncie tu boca ni el más leve murmullo,
Pues te llevas mi ser hacia mundos lejanos,
A parajes de espinas donde golpea el mar,
Ese mismo que entre olas me quiere matar.

Quédate en silencio noche de soledad,
Pues en tus nubes se esconde espada mortal,
Que peligrosa me asecha sin dar marcha atrás,
En cada minuto de tu caminar.

Quédate en silencio y márchate ya,
Llévate el viento pues fría estás,
No contemples el llanto que brota sin par,
Pues eres la responsable de mí penar.
Vete pronto de mi lado pues de verdugo estás,
Pronunciando su nombre, que no quiero escuchar,
Pues recuerdas ilusiones que cultive,
Y que te las llevaste entre las olas del mar.

Quédate en silencio y no me vengas a mirar,
Pues quiero ahogarme entre penas y soledad,
Mientras olvido su nombre que trágico fue,
Y que me produce heridas difíciles de sanar.

Quédate en silencio y no vuelvas más,
Que no quiero escucharte ni siquiera murmurar,
Entre tus dulces luceros que lejos están,
Que la amé sin medida y que se ha marchado ya.

Quédate en silencio noche traicionera,
Pues eres de ella emisaria y sólo burlas traes,
Deja que me entierren y no quieras llorar,
Pues eres testigo de lo que no volverá.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Coloquios nocturnos

Coloquios nocturnos me quedaron de tu historia,
Memorias de ayeres llenos de felicidad,
Entre surcos de sueños y de una utopía
Que en silencio se fue nombrando amor.

Diálogos de noches que entre miles de estrellas,
Crearon espacios que lejos quedaron,
Mientras yo le apostaba a la imposibilidad,
De guardarte conmigo en eternidad.

Y entre los susurros que con el viento llegaron,
Pasaron mil días llenos de ilusión,
Con melodías sencillas que de tu nombre impregnadas,
Mataban por dentro un pobre corazón.

Más la historia es la misma, con gran casualidad,
Pues te fuiste entre el agua que de mis ojos brotaron,
Cuando comprendí a lo lejos una infidelidad,
Mientras yo te guardaba en cofre de cristal.

Y hoy que te has ido, sin dar vuelta atrás,
Entre palabras esquivas y el silencio mortal,
No comprendo tu nombre, pues es ausencia total,
Mientras de a poco me pierdo entre la soledad.

Sólo me quedan coloquios de noches sin par,
Tu mirada perdida que jamás pude encontrar,
El anhelo de un cuerpo que no pude mirar,
Y de un beso prometido que no supo llegar.

Más que puedo decirte si claro estaba ya,
Que entre distancias esquivas no pudiste llegar,
Ilusión tan amada, ansiada sin par,
La misma que un día prometiste llenar.

Y en esta noche que oscura se ha vuelto ya,
Me quedé con recuerdos de promesas de ayer,
Rocíos celestes que llenaron el jardín,
Del amor que te tuve y lapidado está.

Coloquios nocturnos me quedaron de tu historia,
Esas, y un intenso dolor,
Pues me entregaste las noches y no el corazón,
Y por eso hoy me dijiste adiós.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Llegaste Celeste

Llegaste celeste con la aurora naciente,
De lejanos lugares jamás visitados,
De un paraíso de ensueño en el que fieles reposan,
Los más preciosos ángeles que del cielo han venido.

Pasaste a mi lado, rosaste mi mano,
Miraste mis ojos, tomaste mi voz,
Te fuiste ferviente como el día soleado,
Dejando la lluvia en mi habitación.
Y con tan sólo mirarte pude comprender,
Que eres el más bello tesoro que he podido tener,
Entre campos de flores que en el jardín adornan,
La flor azucena que me da calor.

Pero me das la espalda sin mirar hacia atrás,
Dejando tus huellas con cada paso que das,
Entre tanto, trastornado y de miedo vencido,
Inmóvil me quedo mientras tú te me vas.

Y sin embargo tú me miras, mientras sigues caminando,
Y tu mano señala que te siga de camino,
Mientras la fuerza de un suspiro me agarra de tu mano,
Y todo es calma, todo briza, una eterna felicidad.

Viejos pasos

Viejos pasos los que dio el feliz anciano,
Los del niño que se encuentra prematuro,
Cuando viendo los dolores de la vida,
Sonríe porque no hay ningún remedio.

Viejos pasos los que da la luz del día,
Los que trasladan un viento mañanero,
Mientras golpea con dureza ramas secas,
Que sin hojas preludian despedida.

Viejos pasos los que da el sutil amante,
Que sin tregua busca a su amor desesperado,
Mientras se abre entre su espacio el cruel desierto,
Que es destierro cuando falta compañía.

Viejos pasos, pisadas de un alma melancólica,
Huellas tenues de antiguas profecías,
De mil muertos que pasaron con el tiempo,
Y sin embargo, permanecen cual lucero.

Viejos pasos, mil historias y retretas,
Fino manto de almas enamoradas,
Esas mismas que de a poco se quedaron,
Entre tanto otras cuantas se acabaron.

Viejos pasos, solamente eso,
Y no sé si ellos son una venganza,
O son puente que llevan al abismo,
Casa incúlmen de soledades que te aniquilan.

Viejos pasos que aún están marcados,
Que nos narran un amor que no ha pasado,
Que nos llevan a la casa de la muerte,
Sin decirle adiós a la melancolía.
Viejos pasos que no llevan a ningún lado,
Los que exhaustos se quedaron en el camino,
Cuando la luna ya mostraba su figura,
Y la soledad se hacía ya señora.

Viejos pasos que han quedado en el camino,
Que se perdieron con el cruce de senderos,
Que palpitan cuando buscan cada paso,
Y que retornan con el paso de los días.

Viejos pasos que quedaron bien marcados,
Porque ellos eran de enamorados,
Que cuando vieron la luz del día,
Jamás pensaron que acabaría.

Te vi volar

Te vi volando entre el espacio,
Entre miles de estrellas celestes brillantes,
En el ocaso de un tiempo que muere y se va,
En el caer del sol que ilumina los bellos parajes.

Te vi volando entre sueños diversos,
Entre miles de flores de un bello cultivo,
En los arboles de un bosque frondoso
Que inmaculo trae antáños recuerdos.

Te vi flotando entre nubes de azules intensos,
Entre brillos celestes de un sol caluroso,
En el trinar de las aves de variados colores
Que los parques extensos engalanan alegres.

Te vi volando entre sueños que no eran los tuyos,
Entre las noches oscuras de mi habitación,
En el lado derecho de mi cama vacía
Que musita tu nombre cada vez que yo duermo.

Te vi volar entre notas de un sinfín de canciones,
Entre las melodías de violines sinfónicos,
En cada tecla de un piano que enamorado
Entona la pieza que me habla de ti.

Te vi flotando en el viento que susurra con prisa,
Entre las letras que escribo cuando te recuerdo,
En las cosas que olvido sin con causa quererlo,
Y entre las utopías que con ansias espero.

Te vi volar en mi mente que sólo dice tu nombre,
Entre mis manos que esperan tenerte a mi lado,
En los labios que besan el espacio vacío
Por el cual pasaste y no te pude encontrar.
 Te vi volar en las ganas de ser dueño del cielo,
De las flores, el viento, la luna y el mar,
Del poema más bello, de la nota más dulce,
Esas mismas que siempre te quise regalar.

Te vi flotan entre el cielo cual bello gorrión,
Entre el aroma de flores que crecen en mi jardín,
Te vi volar en mi espacio y no te puedo encontrar,
Pues eres mi sueño pero no realidad.

Te vi volar en mis lágrimas que cayeron al mar,
En este inmenso desierto que se abrió al transitar,
En el espacio vacío que dejaste al pasar,
Y que toque con mis manos sin poderlo atrapar.

Te vi flotando en mi vida como bella ilusión,
En el amor que te tengo y no te puedo dar,
En mi mente cansada y en mis ganas de estar.
De frente a tus ojos y poderte mirar,
En las de abrazarte y contigo caminar,
En mis ganas de darte todo mi corazón,
De tomarte de la mano y no volverte a soltar,
De volar a tu lado a aquel manantial,
De este amor que no muere y te quiero regalar,
Y que es más grande que el cielo y más fuerte que el mar,
Pues el lleva tu nombre que jamás morirá.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Muero

Muero ante la idea de perderte,

Con la huida del viento tempranero,
Que entre brizas veraniegas se detiene,
Cuando tú te encuentras a mi lado.

Muero ante la idea de perderte,
Mujer de rosas, sueños y melodías,
Dulce amiga disfrazada de agonía,
Cándido amor que de a poco me eclipsa.


Y la agonía que se escurre entre paredes,
Es por saberte tan lejana y aún serena,
Por mirarte pasajera entre lo eterno,
Tan brillante que a mis ojos te escondes.


Mientras tanto tú te escurres en mi mente,
Cual pecado que es siempre deseado,
Entre tanto los minutos se desangran,
Entre el tenue palidecer de una gran luna.

Muero ante la idea de perderte,
Mujer celeste que es tan sólo amiga,
Capullo y flor de los más colosales dioses,
Musa eterna de bellos sentimientos.
Y siendo ella el más grande paraíso,
Que ni Helena en su esplendor alcanzaría,
Es amiga, y quisiera fuese mía,
Pero es ola que se escapa entre las manos.


Entre tanto tu retrato me fulmina,
En las sombras de la ausencia que me enferma,
Y tus besos los poseo en mis sueños,
Esos mismos que me vienen entre estrellas.


Muero ante la idea de perderte,
Aunque se muy claramente que no estás,
Para darle un beso enamorado,
Así sea al fantasma de tu nombre.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Loco

Dicen que me encuentro loco,

Que mi mente ya no tiene la coherencia,
Mientras el mundo gira en mi cabeza,
Y demente sólo pienso en la inocencia.

Dicen que mi vida no es normal,
Porque el aire no entra en mi cabeza,
Porque sueño lo que otros no han mirado,
Porque siento cuando no es necesario.

Dicen que estoy loco,
Que simplemente esta no es mi vida,
Que busque otro mundo verdadero,
Que no muera lentamente en la ilusión.

Pero simplemente puedo yo decir,
Que no es justo lo que en la vida me pasa,
Que estoy loco porque no me encuentro solo,
Porque dentro de mi hay alguien que me habla.

Y qué es de loco lo que se puede tener,
Cuando el mundo no comprende los motivos,
Que motivan los parámetros que tengo,
Y la forma en que me comporto.

Dicen que me encuentro loco,
Y qué es locura que no tengo y la poseo,
Mientras lágrimas de sangre yo dimano,
Porque simplemente no comprendo,
Los motivos que a mi vida han llegado.

Dicen que mi vida no es normal,
Que soy un árbol que plantado en el desierto,
Se ha secado y no ha producido fruto,
Porque sus raíces con la arena se han ido.
Pero sólo sé que loco yo he nacido,
Con problemas en mi mente y en mi ser,
Por el ver en el cielo un destino,
Y en los sueños de los miles mi inspiración.

Dicen que soy loco porque vivo,
Porque sueño con el aire que respiro,
Y si loco he vivido y he crecido,
Es porque a la vida yo he seguido.

Y si un día me preguntan por mi causa,
Yo diré que le debo a mi locura,
Los dolores y amores en la vida,
Estos sueños que con sangre aun se esperan,
Y hechizado por la muerte y por la vida,
Entre ángeles del cielo y demonios,
Sólo escribo mientras sueño con mi tiempo,
De que olviden que de loco soy enfermo.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Te tengo a mi lado

Hoy te tengo a mi lado,
Y el cielo ha desaparecido,
Aquel cuerpo celeste que ilumina las tinieblas,
Obnubilado se encuentra ante tu presencia.

Y tu mirada que en la distancia reflejaba,
Un amor que en el jardín quiso nacer,
Hoy al mirarlo directa y fijamente,
Me aniquilan lentamente hasta hacerme perecer.

Hoy te tengo a mi lado,
Y caminas conmigo, sujetando mi brazo,
En el frio de la noche que entre llovizna,
De a poco nos augura una despedida.

Mientras tanto, aquí viendo entre  agonías,
Yo te abrazo con fuerza y tú no me dices nada,
Y el silencio inculmen se apodera del espacio,
Mientras hablan nuestros gestos con tan sólo mirarnos.
 
Nos miramos, nos rozamos,
Todo es magia, todo es gloria,
Un historia que se escribe entre versos,
En casualidades que la vida nos depara.

Y ahí estás tú,
Mientras la lluvia golpea a mi cielo,
Con estas ganas de besar tus finos labios,
De abrazarte y robarte con un beso,
La alegría que se fue lejos de aquel puerto.

Hoy te tengo a mi lado,
Y los sueños no existen, todo es realidad,
Tú estás a mi lado y nada importa ya,
Aunque al despertar mañana, nos volveremos a marchar.