sábado, 11 de septiembre de 2010

Te vi volar

Te vi volando entre el espacio,
Entre miles de estrellas celestes brillantes,
En el ocaso de un tiempo que muere y se va,
En el caer del sol que ilumina los bellos parajes.

Te vi volando entre sueños diversos,
Entre miles de flores de un bello cultivo,
En los arboles de un bosque frondoso
Que inmaculo trae antáños recuerdos.

Te vi flotando entre nubes de azules intensos,
Entre brillos celestes de un sol caluroso,
En el trinar de las aves de variados colores
Que los parques extensos engalanan alegres.

Te vi volando entre sueños que no eran los tuyos,
Entre las noches oscuras de mi habitación,
En el lado derecho de mi cama vacía
Que musita tu nombre cada vez que yo duermo.

Te vi volar entre notas de un sinfín de canciones,
Entre las melodías de violines sinfónicos,
En cada tecla de un piano que enamorado
Entona la pieza que me habla de ti.

Te vi flotando en el viento que susurra con prisa,
Entre las letras que escribo cuando te recuerdo,
En las cosas que olvido sin con causa quererlo,
Y entre las utopías que con ansias espero.

Te vi volar en mi mente que sólo dice tu nombre,
Entre mis manos que esperan tenerte a mi lado,
En los labios que besan el espacio vacío
Por el cual pasaste y no te pude encontrar.
 Te vi volar en las ganas de ser dueño del cielo,
De las flores, el viento, la luna y el mar,
Del poema más bello, de la nota más dulce,
Esas mismas que siempre te quise regalar.

Te vi flotan entre el cielo cual bello gorrión,
Entre el aroma de flores que crecen en mi jardín,
Te vi volar en mi espacio y no te puedo encontrar,
Pues eres mi sueño pero no realidad.

Te vi volar en mis lágrimas que cayeron al mar,
En este inmenso desierto que se abrió al transitar,
En el espacio vacío que dejaste al pasar,
Y que toque con mis manos sin poderlo atrapar.

Te vi flotando en mi vida como bella ilusión,
En el amor que te tengo y no te puedo dar,
En mi mente cansada y en mis ganas de estar.
De frente a tus ojos y poderte mirar,
En las de abrazarte y contigo caminar,
En mis ganas de darte todo mi corazón,
De tomarte de la mano y no volverte a soltar,
De volar a tu lado a aquel manantial,
De este amor que no muere y te quiero regalar,
Y que es más grande que el cielo y más fuerte que el mar,
Pues el lleva tu nombre que jamás morirá.

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