martes, 18 de febrero de 2014

Luna


Pregúntale a la luna porque estoy aquí,
en esta soledad absurda,
en medio de un vacío que hace daño,
que aniquila poco a poco esos sueños,
que disfrazados de ilusiones,
me llevan a contemplarte
en cada espacio que me inunda.

Pregúntale a la muerte,
cuál es su triste melodía,
por qué estoy aquí viviendo,
cuando me siento ya en la tumba,
con cada paso que voy dando,
tan sólo respirando ese aire que respiro.

Pregúntale a la luna,
el por qué de escuchar tu nombre,
a cada golpe que angustioso el reloj va marcando,
esperando tan siquiera,
escuchar alguna frase
que mane de tus dulces labios.


Pregúntale a la luna,
la razón de que mis sueños,
sean con tus tiernos ojos,
cual luceros que me adornan
las tristes noches tan oscuras,
que dan miedo contemplarlas.

Pregúntale a la luna,
por qué siempre un te quiero
se queda sin respuesta,
en un juego de palabras
que encierran sentimientos,
pero que no dicen lo que espera
esa augusta melodía.

Pregúntale a tu alma,
si me encuentro equivocado,
y me quieres como quiero,
o yo quiero lo que siento,
en el fondo es imposible.


sábado, 15 de febrero de 2014

Sólo tú

Solamente tu,
entre los verdes jardines del alma,
flor de bellos colores
que engalanan mi paraíso.

Tus ojos,
solamente ellos,
entre las constelaciones que dibujan tu rostro,
y que iluminan el mundo perdido,
en el que los dos estamos sumergidos.

Solamente tú,
entre suspiros que vuelan al viento,
para posarse en tu recinto,
y despertarte con un beso.

Sólo tú,
junto a mi pobre corazón,
que de distancias agoniza lentamente
porque no tiene tu corazón.

viernes, 14 de febrero de 2014

Camino

Camino por las calles desoladas,
con tu aire peregrino que se esfuma,
entre el viento que recorre mi cabello,
y se cruza para marcharse en una esquina.

Entre la nada que ahoga esta angustia,
de saber que será de tu memoria,
si quizás en ella esta escrito
un recuerdo que me salve de esta muerte.

Buscando quizás entre mil nubes,
o en desliz del rayo de la luna,
una imagen que dibuje la distancia
que separa nuestra mente de los sueños.

Y saber si estás aquí para abrazarte,
o te fuiste a lo alto de los cielos,
o quizás te arrebataron los infiernos,
de los miedos a que no te sientas libre.

Camino por la calle desolada,
aún sabiendo que te encuentras en la otra,
y susurro con malicia un te amo,
sabiendo que te llega mensajero.

Y aún si este no llegase con el viento,
aunque mientas se muy bien, y a ciencia cierta,
que al recordarme se estremece esa tu alma,
y el corazón se llega a buscarme.

Camino por las calles vagabundo,
sabiendo que somos dos itinerantes,
que se encuentran al cruzar la sola esquina,
en donde se funden nuestras eternidades.

Prometo

Prometo no olvidarte
cuando la aurora llegue,
cuando la muerte con su paso
me arrebate de este mundo.

Prometo no olvidarte
cuando la noche masoquista
se instale en mi cielo,
dibujando mil figuras,
todas ellas de penumbras.

Prometo no olvidarte
cuando una lagrima se instale
en el borde de mis parpados,
por el sólo hecho de perderte
cuando tan cerca te he tenido.

Lo prometo,
como promesa inviolable,
pues tu nombre está clavado,
hasta en mis profundidades.

Prometo no olvidarte,
aunque los dioses murieren,
y este mundo se aniquile,
quedando en mil tinieblas.

Lo prometo aunque en ello
se me vaya a mi la vida,
esa que no es nada,
si en ella tu nombre no se encuentra.

Y lo prometo aunque quede
el silencio en mi memoria,
y se vayan los colores
en los más bellos jardines.

Pues si todo se aniquila,
quedaré yo tan seguro,
bajo el manto de tu nombre
que es como el sol que me abriga
en la fría soledad.

Nubes

Es hermoso dibujar mil figuras en el cielo,
entre nubes de colores todos tenue paraíso,
y encontrar en los trazos de ese cielo,
mi mano a la tuya sujetando.

Ver tu rostro que de ángel se asemeja,
y no encontrar en tus ojos mi mirada,
y escuchando tu sonrisa en melodía,
se estremece en agonía el alma mía.

Y querer tomar tus manos, esas,
que a las mías se estrechan sin sentirlas,
y que sin aviso pertinente tu las sueltas,
para caminar como el viento en las plazuelas.

Pero te retengo, no sin antes una sonrisa,
para sentirte junto a mi, tan cerca,
para que no huyas y me dejes en ausencia,
y poder dibujar tu nombre en una estrella.

Y te quedas, así lo quieres,
y tu mirada me dice que me amas,
aunque tu boca este llena de silencios,
y la mía tenga sólo mil misterios.

Y te quedas, me amas y te amo, estamos juntos,
no queremos que se muera por los tiempos,
y en delirios de silencios ya morimos,
y no hay mundo, sólo juntos nos encontramos.

Entonces, dibujamos en las nubes corazones,
hasta la imagen de los más innombrables dioses,
y el tiempo se estremece entre tus brazos,
y contigo un minuto se nos vuelven eternidades.



jueves, 13 de febrero de 2014

Fría

Fría como tempano de hielo,
como invierno que recrudece,
así te encuentro a ti,
cuando lo que espero es tu calor.

Fría,
así nada más.
como si el mundo hubiese cambiado,
y lo que ayer era alegría,
hoy sólo son fríos recuerdos.

Así nada más,
sin una explicación pertinente,
en ese momento mismo,
en el que más necesitaba tu calor.

Fría,
así de simple lo veo,
cuando sabes que el mundo te daría,
por tan sólo tener tu calor,
que se descubre en el tono de tu voz.

Libre

Quiero ser libre
para pasearme por tu ventana,
como lo hace el viento
en medio del ramaje jardinero.

Quiero ser libre:
para encontrar el calor del sol
en medio de tus espacios callados
de auroras jamás conocidas.

Quiero ser libre para amarte,
en las fantasías siniestras de mil ilusiones,
que no conocen tu nombre
aunque miren tu rostro.

Quiero ser libre
para encontrar en ti refugio,
y abandonar al infinito silencio
que agobia la plaza lejana
donde soy vagabundo.

Quiero ser libre,
y que tú así lo seas,
aunque no sé si pueda
soportar el que tu no lo quieras,
al impedir frontalmente que te ame,
o no querer ser mi amada.

Quiero ser libre
y con letras escribirte
el significado profundo
que se esconde en misterio,
de ser libre para amarte
y de ti para amarme,
aunque se nos pase la vida
sin poder alcanzarlo.

Princesa

Eres princesa de sueños indelebles,
azucena de campos bellos floridos,
en los que el viento juega presuroso,
a rozar y no ser alcanzado.

Eres princesa de un bello palacio,
bordado por miles de murallas
tan altas y de mármol puntadas,
en las que sólo supera
la tuya engalanada.

Eres princesa, y la más bella diosa,
que a mis sueños custodia sin tu saberlo,
en mi pobre ventana toda desolada,
en la que sólo se posa la luna entristecida.

Eres ella y yo sólo tu auriga,
tu refugio sincero aunque no me miras,
el guardián que no duerme ni jamás se detiene.