lunes, 11 de junio de 2012

Palabras


Mar en medio de la muerte,
En medio de estas ganas de tenerte,
De tomarte de la mano lentamente,
Y llevarte al paraíso sempiterno.

Ante la marea de la muerte matutina,
De lo que nunca te diré en mis secretos,
Al mirarte cada día caminando,
Y los dos siguiendo rumbos diferentes.

Riendo mientras miro al cielo,
Mientras sueño con algún día tenerte,
Diciéndote de mil formas te quiero,
Mientras cruzas por la plaza serena.

Imaginando que por siempre te tengo,
Que construyo murallas al infinito,
Para ponerte un estrado en el cielo,
Más allá de la calle florida.

Sólo buscando complacer tus deseos,
Y llegando hasta tus más cúspides sueños,
Esos mismos que de a poco descubro,
Aunque no tengas nada que darte.

Oyendo en medio de los silencios,
Palabras que nunca dirías,
Imaginando tal vez en secreto
Que me dices lo que quiero escuchar.

Leyendo en tus labios de grana,
Esos besos que nunca me darás,
Entre lluvias de dulce rocío,
Y las cálidas aguas del mar.

Rogándote con una mirada,
Que al menos respondas preguntas,
Que te hago entre el viento y la luna,
Y entre notas que no te he querido entregar.
Uniendo los puntos vacíos,
De un mundo que se disipó,
A causa de millar de fracasos,
Que tienen respuestas en ti.

Empezando a rodear los silencios,
Que se cuelan entre nuestras tertulias,
De abrazos y risas conjuntas,
Mientras muy dentro de a poco me muero.

Dejando que el tiempo se escurra,
Se vaya volando al olvido y la nada,
Suplicando que no tomes otras manos,
Y que jamás sea de otro elegida.

Alejándote mientras más te quiero,
Y diciéndote siempre te amo,
Por si acaso algún día pudiese,
Romper esa dura barrera
Que hace que no puedas amarme.