viernes, 5 de octubre de 2012

Miradas


Déjame mirarte fijamente
En el amanecer de la vida,
Cuando me va cayendo el ocaso
Y se acallan las palabras.

Déjame mirarte fijamente
Para descubrir lo que hay de eterno,
En esto que va muriendo
Con cada paso del tiempo.

Déjame mirarte fijamente,
Como si en un espejo se reflejara,
El universo tan infinito
Que se esconde en tu mirada.

Déjame mirarte fijamente,
Como el claroscuro ocaso de mi vida,
Entre mis canas que pintan tu juventud,
Cual primavera que jamás veré.

Déjame mirarte fijamente,
Puesto que la luz ya se me va acabando,
Y quiero descubrir los dioses
Que ya nunca volveré a mirar.

Déjame mirarte fijamente,
Leer en tus gestos las palabras eternas,
Deleitarme con las mieles
De lo sensato que tienes en tu silencio.

Déjame mirarte fijamente,
Como si tuviera la luna entre mis manos,
Y poder crear así un eclipse
Con esa luz que irradias al acercarte.

Déjame mirarte fijamente,
Y así poderte regalar como tributo
El último aliento de existencia
Para después perderme en el abismo,
En el que muerto para siempre
En poses del sarcófago eterno,
No pueda ya mirarte
¡Oh! Dulce luz radiante.

jueves, 27 de septiembre de 2012

viernes, 21 de septiembre de 2012

Cielos


Grana el cielo, color de estrellas,
Antesala de un gran suspiro
Bastante claro él como el lenguaje
Rodando tenue entre los mil vientos,
Increpados todos por tu sonrisa,
Elevados por tu mirada,
Lacerados por sentimientos
Atiborrados por mil silencios.

Más que las estrellas celestes,
Alrededor de luna redonda,
Renuevas toda esta alma mía,
Infundes toda tu luz celeste,
Sin más me quedo entre tus rayos,
Ondas todos ellos de mil palpitares,
Luces celestes que me iluminan.
 
Rosa eres que en campos creces
Ultima diosa de un gran olimpo,
Entre esos tus brazos que divinos
Das a los míos miles de vidas
Antes que ella misma se escurra.

Ilumina ahora esta pobre alma,
Más que el sol en mil ventanas,
Bastará tan sólo un suspiro
Antes que entre amores decese,  
Cuando al mirarte toda bella entre lunas
Un hálito de tus dulces mieles mitigue
A estas ganas tan mías de adorarte,
No sin antes morir por verte.

lunes, 10 de septiembre de 2012

Diosa



Diosa de los mares,
De los huracanes que destruyen,
Eres tú que entre mentiras te camuflas
Para no perder lo de radiante.

Diosa de la muerte
Que de vida dulce te disfrazas,
Entre mantos negros que ocultan,
La frialdad que tu presencia acumula.


Diosa de los mares,
Que entre cantos enamoras al alma desesperada,
Mientras robas de su manto el suspiro que acumula
La deidad que da su vida en cada uno de sus respiros.

Mientras tanto te deleitas,
Cuando a tu campo entran,
Las desesperadas culpas,
Que sólo claman tu llegada.

Y sollozos y suspiros,
En cada manto de la muerte,
Dejan los cadáveres que dejas,
En cada paso del minuto.

Diosa de los mares,
Estás más clara que el celeste,
Entre astros que iluminan
Dejando el reflejo entre ventanas.

Diosa de los mares,
Que impetuosa pasas sin preguntas,
Como olas que arrecian entre piedras,
Y destruyen lo que en su paso encuentran.

 Diosa de los mares,
Nada a ti se te puede decir,
Pues te llevas las palabras
Y regalas el silencio,
Cuando llegando tu presencia,
Arrebatas el último aliento,
Para llevar a la eternidad.

sábado, 8 de septiembre de 2012

Pasos


¿Escuchas el sonido del viento?
Puede ser que tu oído se altere,
Pero la muerte se siente tan clara
Como un clarinete fúnebre.

¿Miras el oscuro ocaso?
Cuidado tus ojos se enciendan,
Y veas como te derrumbas
En tinieblas de nieblas vespertinas.

¿Hueles el ambiente donde caminas?
El hedor de cadáveres sueltos,
Que tus pies ya pisan y destruyen,
Dejando algo tuyo entre sus huellas.

¿Escuchas el susurro del viento?
Melodías de muerte y de vida,
Es mi llanto que sabe a la lluvia,
Tan salado como el muerto océano.
 
Y sin embargo sigues caminando,
No te importa el abismo absoluto,
Sólo quieres perseguir a la muerte
Y quedarte reposando a su lado.

Y te vas a la selva oscura,
Allí donde moran los fantasmas,
Donde estaban tus huellas desde siempre,
Y que ahora regresa a tu morada.

En silencio, entre el viento huracanado,
Entre los sollozos de mil llantos alejados,
Como aullidos de las fieras que rapaces,
Se alejan acercándose en silencio
Solamente para devorar tu carne.

martes, 4 de septiembre de 2012

Imposibles


Quisiera volver a escribirte un verso,
Tan siquiera una nota muy corta
Decirte te quiero sin dudarlo
Y poderte mirar a los ojos.

Quisiera volver a escribirte un verso
Utilizando quizás un alfabeto ajeno,
Para que no descubras el misterio oculto
Que hay al profundo del corazón amante.

Quisiera volver a escribirte un verso
De retazos de versos de otros autores,
Para que valga la pena lo que estás leyendo,
Y no digas más nada, sólo que me amas.

Quisiera volver a escribirte un verso,
Con el polvo del cielo en noche de verano,
Con mi sangre toda en tu ventana,
Y solamente escribir lo que yo siento.
 
Quisiera volver a escribirte un verso,
Pero ahora dime que debo escribirte,
Porque ya mi cabeza se encuentra vacía,
Enferma por dentro y de muerte herida.

Quisiera volver a escribirte un verso,
Antes de que la luz de mis ojos se apague,
Entre mi cefalea y el apagar de latidos
Que hace que me falte el aire que respiro.

Quisiera volver a escribirte un verso,
Y mirar tu sonrisa por última vez,
Antes ultratumba venga a despedirme,
Y me deje por fuera de la humanidad.

lunes, 3 de septiembre de 2012

DESDE CERO



Volvamos a empezar desde cero,
Desde el punto muerto de los sueños,
Para escribir mil notas suicidas,
Que te lleven directo a la locura.

Para caminar en lo oscuro de las sombras,
En las cuevas donde el pensamiento muere,
En soliloquios de locura frenética
Que enloquece al propio abecedario.

Volvamos a empezar desde cero,
A la mirada del horizonte infinito,
Para poder ser de nuevo un poeta,
Pero ahora ya no nunca de los sueños.

Para poder imaginar nuevamente,
Mundos claros, oscuros y neutros,
Pero ya no de amores y olvidos,
Sino de todo aquello que surge.

Volvamos a empezar desde cero,
Y prometo ya no recordar tu nombre,
Sólo aquellas imágenes de la muerte,
De lo oscuro del sarcófago donde estabas,
Y ahora nuevamente me encuentras.

De la tierra que huele a cementerio,
De un viento que aturde a la ventana,
Que desgaja los árboles que llenos de frutos
Son producto de todo aquello que ha sido antiguo.

Volvamos a empezar desde cero,
Para ser así un nuevo poeta,
Pero de fantasmas, muerte y sinsentido,
De lo que nunca jamás se ha amado.

lunes, 6 de agosto de 2012

Ceguera

Yo no creo en la tierra,
ni en tus ojos color grana,
ni el los suspiros que regalas
cada mañana a mi encuentro.

Yo no creo en los sueños,
son fantasmas del desierto,
que me llevan de a poco
hacia las arenas movedizas.

Yo no creo en la nada,
ni tampoco en palabras,
ya no creo en tus ojos,
y tampoco en tu mirada.

Yo no creo en las luces,
que se colan por la ventana,
para reflejar la mañana
que se desprende de la noche.

Yo no creo en la muerte,
pero tampoco en mi vida,
ya no creo en las letras,
y tampoco en las ciencias.

Sólo creo en la nada,
que de a poco se hace algo,
y en ese algo que mira
de lejos mi mirada.

Sólo creo en propósitos,
en mañanas de funerales,
cantos de paraísos
que jamás encontraremos.

Yo no creo en mis letras,
pero aún así sigo escribiendo,
para que nunca me falte
el aire que ya no respiro.

Para que no se detenga el tiempo,
ni tampoco se queden mis pasos,
o al menos simplemente,
para tener algo con que vivir.

jueves, 2 de agosto de 2012

Sarcófago


Camino al sepulcro de mis pasos,
ese mismo que me ha abierto el despojo
de la historia que se me ha quedado
en la crónica de sueños frustrados.

Camino al sepulcro de mis pasos,
ya no hay huellas que puedan ser seguidas,
tampoco pasos que recorran
el sendero que pueda liberarme.

Camino al sepulcro de mis pasos,
a la nada que se disfraza de tragedia,
que es teatro en un tablado de mil sueños,
y fantasmas que se mecen entre el viento.

Camino al sepulcro de mis pasos,
bajo la luna que se esconde al horizonte,
entre aullidos de lobos que mordaces
desgarran las carnes de mis huesos.

Camino al sepulcro de mis pasos,
cansados, vacíos, inertes,
muertos de sus pasos y soledades,
dentro de la nada que hace a este mundo.

Camino al sepulcro de mis pasos,
al sarcófago de momias vagabundas,
atalaya del infierno de mis penas,
y de lo poco que ha matado el inframundo.

Camino al sepulcro de mis pasos,
y ya veo a la muerte que se acerca,
es amiga verdadera y contundente
que viene para hacerme justicia.

lunes, 11 de junio de 2012

Palabras


Mar en medio de la muerte,
En medio de estas ganas de tenerte,
De tomarte de la mano lentamente,
Y llevarte al paraíso sempiterno.

Ante la marea de la muerte matutina,
De lo que nunca te diré en mis secretos,
Al mirarte cada día caminando,
Y los dos siguiendo rumbos diferentes.

Riendo mientras miro al cielo,
Mientras sueño con algún día tenerte,
Diciéndote de mil formas te quiero,
Mientras cruzas por la plaza serena.

Imaginando que por siempre te tengo,
Que construyo murallas al infinito,
Para ponerte un estrado en el cielo,
Más allá de la calle florida.

Sólo buscando complacer tus deseos,
Y llegando hasta tus más cúspides sueños,
Esos mismos que de a poco descubro,
Aunque no tengas nada que darte.

Oyendo en medio de los silencios,
Palabras que nunca dirías,
Imaginando tal vez en secreto
Que me dices lo que quiero escuchar.

Leyendo en tus labios de grana,
Esos besos que nunca me darás,
Entre lluvias de dulce rocío,
Y las cálidas aguas del mar.

Rogándote con una mirada,
Que al menos respondas preguntas,
Que te hago entre el viento y la luna,
Y entre notas que no te he querido entregar.
Uniendo los puntos vacíos,
De un mundo que se disipó,
A causa de millar de fracasos,
Que tienen respuestas en ti.

Empezando a rodear los silencios,
Que se cuelan entre nuestras tertulias,
De abrazos y risas conjuntas,
Mientras muy dentro de a poco me muero.

Dejando que el tiempo se escurra,
Se vaya volando al olvido y la nada,
Suplicando que no tomes otras manos,
Y que jamás sea de otro elegida.

Alejándote mientras más te quiero,
Y diciéndote siempre te amo,
Por si acaso algún día pudiese,
Romper esa dura barrera
Que hace que no puedas amarme.

jueves, 17 de mayo de 2012

Nadie espera


Nadie espera en medio de la nada,
En medio del silencio y la nostalgia,
Entre el empezar y el terminar,
Entre el ocaso de un adiós.

Nadie espera en medio de la nada,
Entre mil versiones de un mismo destino,
De un silencio borroso en medio del corazón,
Que me dice que me encuentro amando un absurdo.

Nadie espera en medio de la nada,
Que tú me mires mientras besas a otro,
Mientras piensas el calor de sus labios,
Y la ternura que te inspira por dentro.

Nadie espera en medio de la nada,
En medio de tu nombre que me sabe a muerte,
De tu rostro, tus palabras y tu vida,
De esas ganas de tenerte aquí presente.

Nadie espera en medio de la nada,
Esperando una mirada que no llegará,
De quererte en silencio y muriendo,
Mientras ríes de la mano de otro hombre.

Nadie espera en medio de la nada,
De una ciudad con calles vacías,
En canciones que llevan elegías,
Y en espejos que no reflejan tu imagen.

Nadie espera en medio de la nada,
En un sueño que oscuro se torna,
En olvidos siniestros de tardes desiertas,
Y amores posibles que se desmoronan.

Nadie espera en medio de la nada,
Entre el viento sosiego que murmulla siniestro,
Los peores momentos de un mundo soleado,
Que se desmorona en prosas y versos.

Nadie espera en medio de la nada,
De la muerte, el silencio, el oscuro vacío,
En la tumba de un hombre agónico de deseo,
Al saberte lejana teniéndote cerca.

sábado, 12 de mayo de 2012

El amor de mi vida


De ella aprendí la vida,
De sus ojos claros como el cielo,
De ese amor que se dilata,
En cada uno de sus poros.

En medio de amores sin medidas,
De los besos que cada mañana me brindaba,
De una caricia que jugaba entre mis cabellos,
Y una sonrisa al llegar.

De ella aprendí a pronunciar palabras,
A callar algunas,
A pensar al menos por un momento,
Para no herir al musitar con mis comentarios.

En medio de todo, de lo poco que le daba,
De las historias ingratas y de sinsabores,
De mi lejana certeza de amores perdidos,
En medio de discusiones y de su razón.

De ella aprendí a amar,
A ver las nubes de mil colores,
A sobrepasar los senderos de mis propios miedos,
Y caminar entre abrojos sabiéndome lastimado.

De ella aprendí,
A caminar de la mano, confiando en las suyas,
A mirar en los otros mil posibilidades,
A descubrir un talento que se guardaba oculto,
Y a expresar sin medidas verdades aparentes.

De ella aprendí todo,
Lo que es y no es,
Lo que ves y está oculto,
El amor entre páginas de viajes lejanos,
Que en rencuentros se enlazan y se fortalecen.

De ella aprendí que no hay mayor amor,
Que el de una madre que entrega su vida,
Las primaveras de sus mejores años,
Como campo florido para que reposen tranquilos
Las eternas flores que su vientre engendró.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Detente


Detente, mira como viajan
Las estrellas en el universo,
Dejando tras su rastro,
El aura de nuevos mundos.

Detente, mira como se pone el sol,
Mientras la luna como aventurera,
Se asoma en el prisma de tu ventana,
Para hablarte de soledades.

Detente, recoge ese suspiro que se escapa,
De entre tus miedo desafiantes,
En oscuras soledades mensajeras,
De que nada de lo que parece fuese.

Detente, mira el viento, la noche, y la luna,
Dile si a ella le puedes contar,
Si de amores comprende algún día,
Porque por ello se muere tu alma.

Detente, mientras las lágrimas brillan,
En forma de estrellas celestes que mueren,
Entre el paso de horas festivas
En que vida era lo que desparramaban.

Detente, porque nada es eterno,
No pienses que correrás sin miedo,
Piensa más bien que llegará el momento,
En que se ponga el sol para darte una oportunidad.

Detente, que resurgirá un suspiro,
Una nueva vida, un universo,
Un momento nuevo que te de descanso,
El calor de un alma que te vuelva a amar.

Detente, mira la luna que se descuelga en la ventana,
Que al igual que ella tu dolor se va,
Mientras la aurora se viene en primaveras,
Y las flores recobrarán su esplendor.

Detente, mira, escucha, piensa,
Abre la puerta y verás la luz,
Que no está la muerte tras tu puerta
Sino las huellas de quien amas de verdad.

martes, 24 de abril de 2012

Espérote

Encuentrome en las certezas,
En medio de murallas infranqueables,
Entre puertas cerradas y abrumadora oscuridad,
Buscando tan siquiera encontrarte allí.

Pidiendo simplemente amaneceres,
Sueños de lealtades que simplemente piden,
Ser tomadas de la mano en medio de los valles,
Y que se encuentran enamorados.

Encuentrome con las certezas en la lealtad,
En tus pensamientos, tus palabras, tus gestos,
En tus simples miradas que me dicen te amo,
Que soy solamente en tu alma el ser.

Deseando las verdades de tenerte a mi lado,
Siendo soporte de esta alma enamorada,
Evitando que te vayas a otros rumbos,
Entre valles escabrosos y tenebrosos.

Encuentrome con las certezas,
De saber que a pesar de lo que pasa,
Tu lealtad me ha mostrado mi camino,
Entre el amor y los deseos de que nunca te me vayas.

Sí, si quieres te quedas,
Si quieres te vas, pero no me mientas,
Déjame la certeza de toda tu lealtad,
Al recordar como nos liberamos cuando nos encontramos.

Pero si no, te puedes marchar,
Sin olvidar lo que hicimos el uno al otro,
En nuestra vida desierta que huía del viento,
A la misma que el tiempo quemaba sin fin.

Y si me preguntas que hago, cuando te hayas marchado,
O cuando vuelvas después de breves despedidas,
Podré decirte que entre lealtades te espero,
O quizás te recuerdo aún en la distancia,
Porque aunque lejos ahora, y aún tan cercana,
Recuerdo con ansias tus dulces llegadas,
Por sendas leales de nuestras verdades.