Me sentenciaron a ser libre,
A buscar por el ocaso,
A tener esperanzas,
Cuando el sol se hace oscuro.
Me sentenciaron a amarte,
A creer que te tengo,
Y sin embargo la condena
Es más pesado que el deseo.
Me sentenciaron a no tenerte,
A conocerte y buscarte,
A mirar que tras el ocaso
Siempre estarás tu.
Me sentenciaron a muerte,
Y aun estoy vivo,
Aunque si la vida no es mi muerte,
Condena absurda pagaré.
Me sentenciaron a vivir sin ti,
A mirar el universo entero,
Y saber que una estrella,
Se asemeja mucho a ti.
Me sentenciaron a ti,
Con tus dulces labios y caricias,
Con tu mirada y tus consejos,
Me sentenciaron a ti.
Cuando al mirarte me ahogo,
Simplemente porque sé,
Que sufres y estoy aquí
Que lloras y me tienes allí,
Pero que jamás te lo imaginas.
Me sentenciaron
a jamás tener un mundo nuevo,
a vivir en el mismo mundo
que siempre nos da el dolor.
Me sentenciaron simplemente
A dejar de soñar,
Que el color de la esperanza,
Brilla con la ilusión,
Cuando en tus ojos veo,
Lo que yo jamás podré mirar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario