lunes, 16 de agosto de 2010

Te Encontré

Te encontré sin buscarte,
En medio de las obras, de las letras, de silencios,
Entre el ruido de gente que va y viene,
Con el único deseo de conocer.

Te vi, sin esperar encontrarte en el camino,
Sin la curiosidad de una búsqueda infructuosa,
En medio de la triste despedida,
De lugares que han sido mi morada.

Sin preguntarte, sin buscarte, sin quererte,
En medio de la curiosidad de una ausencia que es presencia,
Entre los cantos de la muerte que son tu himno,
De mil letras que de tus manos son escritas.

Te vi, aunque nunca te esperaba,
Simplemente caminaba sin destino por mil aulas,
Pero una fuerza que no es mía me llamaba,
Y tu rostro encontré en mi camino.

¿Quién eres, dónde estabas y por qué te has presentado?
Son preguntas que se mezclan en mi mente de bohemio,
Mientras te miro tan clara y transparente,
Una joya que a mi lado no estará.
 Y entre miles de silencio de miradas que se esquivan,
Se me acercan y preguntan mis deseos,
Mientras yo tan sólo pienso en tu mirada,
Y pregunto para ver si te me acercas.

El milagro en un minuto se revela,
No te miro, pues tus ojos me intimidad,
Me saludas y mi alma se disuelve,
Y tan sólo miro a un lado sin mirarte.

Tu nombre, tu historia y tus ideas ya son mías,
Y al tomar tu mano tersa resucito,
Más ideas se presentan en mi mente,
Sabiendo que después te perderé.

Dama ajena, dama anónima, dama imagen,
Ya te has ido, no te veo, te he perdido,
Doy la espalda y tu imagen me persigue,
Más que muerte, más que vida, más que sueño.

Te vi, y yo nunca te buscaba,
Te encontré, donde nunca te buscaba,
Y el adiós como verdugo de los sueños,
Me separa para siempre de tu lado.

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