sábado, 9 de octubre de 2010

Sombras

Sombras del más allá,
De miedos y antídotos de sueños,
De escalinatas que te llevan a pasados,
En donde el mundo se encontraba cercano.

De decenios que tan cerca se encuentran,
Entre quimeras y utopías sin sentido,
Palabras que se borran de a poco
Y agonizan sin ser recordadas.

Sombras que se acercan funestas,
Entre miedos posibles que hacen
Que el temblor de las manos se sientan,
Sin posibilidad de que ellos desaparezcan.

Más son callejones que siguen
Marcando los pasos vagabundos,
Del anacoreta que sueña
Con encontrarse sencillo frente a un desierto.

Y las risas molestan se cruzan,
Entre nubes oscuras de noches,
Que no han desaparecido en el día
Y atormentan ante la dura batalla.

Sombras del más allá,
Las de muertos que llevan tu nombre,
Mientras reclaman la cruel negligencia,
De no hacer posible tu muerte.

Esas mismas que son tan cercanas,
Las que ves en medio de un espejo,
Cuando recurren a peligrosas espadas,
Llenas todas de letras perdidas.
 
Y qué puedo decir al destino,
Si de nada sirven las escusas,
Pues las memorias son la sentencia,
Ante aquello que jamás hicimos.

Más son sólo sombras y no pueden tocarte,
Aunque muerto quisiesen encontrarte,
Mientras corren a fuego tu camino,
Que entre lluvia te hacen a un lado.

Sombras del más allá,
Sólo en eso quedo nuestra historia,
Mientras atormentan sin cesar los caminos,
Que llevan directo a una nueva ilusión.

Y qué puedo decir ante eso,
Qué respuesta se da al verdugo,
Si al alma no cesa de herir,
Con cada palabra que se quiere pronunciar.

Sombras del más allá, sólo eso,
Que no quieren salir de la habitación,
Pues sabemos que sólo con la muerte,
Nuestra bitácora puede ser real.

Y mientras llega el momento preciso,
Con ellas debemos convivir,
Para encontrar el descanso preciso,
Que a la historia ponga punto final.

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