jueves, 21 de octubre de 2010

Corriendo por tí


Voy corriendo por ti,
Muriendo por tan sólo una dulce mirada,
Entre el nardo fresco de la joven vida,
Y mis largos años que me van marcando.

Voy tras de ti,
Buscando la forma de tenerte a mi lado,
De robarte eternamente y llevarte a mi espacio,
Donde los sueños se pintan de sutil realidad.

Más te miro de lejos, no puedo acercarme,
Te encuentras tan lejos de mis mejores deseos,
Detrás del viento que se marcha sin pausa,
Y recorre caminos que no puedo escalar.

Y escucho las notas de gala mortuoria,
Mientras te escribo palabras que jamás escucharas,
Pues no estás en la luna que vigila mis pasos,
Aunque eres la estrella que ilumina mi soledad.

Sin embargo, sigo corriendo por ti,
Entre pasos perdidos en medio del mar,
Como un loco perdido en gran oscuridad,
Buscando los pasos que jamás dejarás.

Mientras tanto te me pierdes en la inmensidad,
Cual estrella que se marcha dejando oscuridad;
Sin decirme si quiera donde te podré encontrar,
Hablando con fantasmas en mi habitación.
 
Pero no por ello yo me canso y doy vuelta atrás,
Porque al mirarte en mi ventana junto a la muerte del mar,
Me convierto en marinero y un pirata de la mar,
Con la única esperanza de ahogarme sin cesar,
En la fuente de tus besos que refresca la inquietud,
De saberme enamorado o de amarte sin parar.

Por eso no lo olvides que voy tras de ti,
Que corriendo yo me encuentro y jamás me cansaré,
Pues si al ocaso debiera algún día llegar,
Con ello le quitaría su puesto al sol,
Con tal de tenerte en un regazo de amor,
E iluminar tu destino con mi poca luz.

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