jueves, 21 de octubre de 2010

Quédate en silencio

Quédate en silencio mientras hablo,
No digas que un día no te dije nada,
Que no hable de amores sinceros,
Mientras el fuego se extiende por los valles.

Quédate en silencio y escucha,
Puede ser que no sepas nada del amor,
Mientras yo lo experimento cada día,
En medio de la pasión que por ti tengo.

Quédate en silencio,
Mientras tanto yo te miro contemplando tu belleza,
Que si el cielo hablase entre relámpagos,
Mi corazón te diría lo que en el tiempo está escondido.

Quédate en silencio y deja que me enfoque,
Que puede ser que un día yo me quede sin voz,
Y tan sólo con las letras pueda hablarte,
Mientras el suspiro del paraíso vaya huyendo.

Quédate en silencio, pues no sé que más hacer,
Para demostrarte que tu vives en mi vida,
Que eres cielo, infierno y paraíso,
Regalo celeste que los dioses han enviado.

Quédate en silencio, no abras tus labios,
Y si los abres que sea para un beso enamorado,
Pues de verte yo me quedo anonadado,
Con tu piel canela que hipnotiza mis sentidos.

Quédate en silencio para darte un verso,
Improvisaciones que nacen de lo que me inspiras,
Y retratarte en un lienzo surgido de la piel,
Con pincel de flores bellas que brotan del jardín.

Quédate en silencio mientras muero,
Y luego, saca mi corazón de este mi pecho,
Para formarte con él un paraíso,
En dónde solamente puedas estar tú.

Quédate en silencio y sólo escúchame,
Que tal vez mañana no tenga voz,
O quizás porque no pueda decirte lo que hoy quiero decirte,
Aunque mis ojos sólo te digan lo que por ti tengo aquí dentro.
 
Quédate en silencio y no te marches,
Pues la despedida sería la más siniestra melodía,
El sarcófago de sueños que jamás nacieron,
Las notas de una historia que no tiene su final.

Quédate en silencio, solamente mira fijamente,
Que sí un día la oscuridad se posa en mis ojos,
Mi mente recordará lo celeste de los tuyos,
Y serán mi luz para el resto de mi sendero.

Quédate en silencio, y tal vez yo te acompañe,
Pues el lenguaje más precioso es el silencio,
Entre un beso enamorado que recorre,
Esta historia que en nosotros ha comenzado.

Quédate en silencio, nada más te pido,
Y mi vida será tuya sin medida ni reserva,
Mientras muero entre tus brazos, locamente enamorado,
Entre palabras que resuenan en lo profundo del corazón.

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