lunes, 25 de octubre de 2010

He venido

He venido amor a decirte que te quiero,
He escapado de esta cárcel con barrotes de imposibles,
Para contemplar las dulces flores que se cuelan,
Entre ventanales que me muestran tu presencia.

He venido para robarte sólo un beso,
Una mirada, una caricia y una palabra,
Para quitarte un nuevo sueño en un suspiro,
Mientras me muero por tenerte a mi cerca.

He venido para llevarte a las estrellas,
Para tomarte de la mano y jamás soltarte,
Con el ferviente objetivo de quitarte una sonrisa,
Y rosar esas tus mejillas con mi pálida mano.

He venido simplemente a decirte que te quiero,
Y que me duele el saber que no podré tenerte,
Mientras las estrellas brillen en el horizonte,
Al cual jamás podremos llegar.

He venido para quererte,
Sabiendo que eres un dulce veneno mortecino,
Que sé me llevará a la muerte,
Entre los imposibles que en el camino se presentan.

He venido, simplemente y en silencio,
A mostrarte un mundo diferente,
Aunque sabemos que prohibido es el momento,
Y debemos hacer que nuestros labios se silencien.

He venido, y tú siempre me esperaste,
Desde el día que te cruzaste en mi camino,
Cuando el sol se cruzaba por la ventana,
Sin decirnos que después llegaríamos a amarnos.

He venido, porque he querido quererte,
Porque tú también quisiste aunque no me lo dijeras,
Pues lo noto en el temblar de tus dulces manos,
Y tu mirada que se muestra dulce amante.

He venido, y quiero robarte un beso,
Y con él, tu dulce alma que ya es mía,
Pues yo siento que el corazón te palpita,
Cuando un abrazo nos une sin proponerlo.

He venido, y sabes que seguiré viniendo,
Pues ya estamos unidos para siempre,
Aunque en medio de la melancólica distancia,
Nuestros cuerpos se separen al destino.

No hay comentarios: