sábado, 23 de octubre de 2010

No digas no

No me digas que no,
Cuando mirando tus ojos descubro tu amor,
Mientras huyes a mis preguntas,
Y en silencio caminas estando a mi lado.

No me digas que no,
Que el cielo espera mirar una estrella,
Que fulgurante en la tierra brille sin medidas,
En un beso eterno que nazca del amor.

No me digas que no,
Cuando suspiras por dentro por temor a amarme,
Y esperas que el tiempo camine su tiempo,
Para alejarte llorando por tu temor.

No me digas que no, buscando una excusa,
Una nueva palabra para hablarme mil cosas,
Mientras sabes sincera que si es posible
El llenarte completa de eterno amor.

No me digas que no,
Pues tu huida me hiere aun sabiendo por dentro,
Que me amas sin medida desde que me conociste,
Y tú temes decirlo por temor a sufrir.

No me digas que no, pues tus ojos me lo dicen,
Que tú quieres caminar tomada de mi mano,
Mientras el cielo te cubra de esos sus destellos,
Entre las hadas celestes de lo que sentimos.

No me digas que no,
Pues yo se que eres mi dulce ángel,
Cuando te sonrojas al decirte te amo,
Y esquivas tu mirada en pos de la luna.

No me digas que no,
No cometas el delito de matarme de amor,
Pues mejor es curarme con un beso de tu boca,
Aunque después te arrepientas por la debilidad.

No me digas que no, pues suspiras por dentro,
Y si estás frente a mi fulmíname con un beso,
Para que mane el amor que tú vives guardando,
Y que sé me pertenece aunque digas que no.

No me digas que no, porque yo te he esperado,
Porque te llevo guardada en cofre celestial,
Porque sé que eres mía y no habrá nada más,
Mejor dame tus besos y dame ese sí.

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