martes, 2 de noviembre de 2010

Un regalo

Me pediste un regalo y no sé que darte,
Si ya todo lo tienes contigo,
Cuando despertando cada mañana,
Sabes que eres amada.

Me pides un regalo y no sé que llevarte,
Pues si llego yo a tu lado,
No esperas más de mi parte,
Que un beso enamorado.

Me pides un regalo, y es un interrogante,
Que se desvela en miles de letras,
Cuando hablando entre las distancias,
Traemos bellos recuerdos.

Me pides un regalo, y yo soy lo único que tengo,
Aunque quedándonos en silencio,
No pronunciemos lo que sabemos,
Por verdades que nos traen miedos.
 
Me pides un regalo, y no me queda sino esto,
El estar aquí a tu lado, aunque sea por un momento,
Para decirte que yo te quiero,
Aunque no te dé ni siquiera un beso.

Me pides un regalo, y suenan algunos versos,
Una canción de tiempos antiguos,
Una memoria que no es antigua,
Y un sueño que se realiza.

Me pides un regalo, porque llega la primavera,
Y le pido al poeta que escriba las bellas frases,
Esas que te llevan a las estrellas,
Mientras te llega la melancolía.

Me pides un regalo, y esto es sólo lo que tengo,
Los versos que son eternos,
Los sueños que son posibles,
Y los más bellos recuerdos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bellísimo tu poema, Adolfo. Es en verdad un regalo, como lo dice su título. Me gustó mucho. Un abrazo