viernes, 30 de julio de 2010

La Musa

Que mujer hermosa,
Dulce flor de los valles cálidos,
Que entre dulces palabras de nardos
Sabe conquistar corazones.

No es solamente su belleza,
Que entre las princesas olímpicas de antaño,
Es envidiada por las más dulces figuras,
Que a ella quisieran imitarse.

Sino que, entre virtudes,
Los más hermosos paisajes,
No pueden superar belleza singular,
Que enamorar pudiese cualquier ser.

Cual tu bello nombre, tu presencia,
 música para cualquier canción,
Fina melodía de mañanas interminables,
Esas que jamás dejan de existir.

Y entre todas las historias,
Eres tú la más bella,
Que jamás las odiseas,
Podrán competir con tan singular princesa.

¿Y qué es Helena a tu lado?
¿Qué Shakespeare con su Julieta?
Que si te hubiesen conocido,
Morir de celos pudiesen.

Y aunque lejos cual magnifica estrellas,
Eres sol que alumbra los días,
Que si el mismo pereciese,
Jamás de luz careciésemos.

¡Oh niña de corazón sincero!
Tu nombre, la gran victoria,
Pues solamente con tu hermoso nombre,
El universo a tus pies se pone,
Pues como soberana reina te pones,
Que ni los dioses se te comparan.

Y si a mi lado yo te tuviese,
Jamás tenerte pudiese,
Pues imposible se me haría,
Poseer prenda preciosa
Que del mundo es dueña.

Y ahora desde lo lejos,
Mirarte sin mirar yo tengo,
Que la más bella diosa encuentro,
Como infinitamente imposible.

Y sin embargo, entre lo imposible,
Lo posible es conocerte,
Así sea entre la lejanía,
Que jamás a tu lado me llevaría,
Pues celosa es ella de tal tesoro,
Más preciada que el infinito.

1 comentario:

Eliana dijo...

PRECIOSO, TODAS MIS CRITICAS SON CONSTRUCTIVAS