viernes, 30 de julio de 2010

Deja que entre el silencio

Deja que entre el silencio,
Ese lenguaje que nos hace llegar
Al paraíso sempiterno
En donde hablamos con los dioses.

Que corra el viento pasajero,
Ese que refresca nuestra mente
Trayendo verdades tan amargas
Y a la vez dulces como el tiempo.

No hay necesidad de moverse,
Solo hay que esperar un suspiro,
Mientras aguardamos con ahínco
Que la amiga muerte llegue.

Deja que hablen las olas,
Así comprenderé lo que eres tú,
Un milagro claro y transparente
En el cual puedes habitar.


Que susurren tu nombre,
Como ese grito incesante
Que se confunde en la muralla
De la casualidad.

No hables, no pronuncies,
No lances un suspiro,
Deja que el viento fuerte
Nos lleve a la verdad.


Quédate más bien en silencio,
Ese tan hermoso,
El que me permite ver tu rostro
Como la más admirable verdad.

Y ahora lánzate un beso,
Ese es el mejor idioma,
Uno que me diga que me amas
Y que tiene como cuna
La orilla del mar,
Ese mismo que no es otro
Que la felicidad
De sentirte tan cerca,
Como la única verdad,
El paraíso perfecto
Casa de la divinidad

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