lunes, 11 de abril de 2016

¡Oh noche!

La noche oscura presente,
Cual manantial de tinieblas y sombras,
Que entre fantasmas recrean sucesos,
Que de dolor acaecen al alma.

Es la noche del frio invierno,
Entre el llanto de nubes volátiles,
Que empapan el rostro enjugado,
Que de llanto se siente vencer.


¡Oh noche!
Ojalá llegara tu silencio dubitativo,
Y poder sepultar su recuerdo,
Que en pedazos me está destruyendo.

¡Oh noche!,
Tú que eres frágil, y fiel consejera,
Que escuchaste en mis noches de angustia,
El dolor que me quema por dentro,
Deja que entre profunda la daga,
De este amargo licor que me embriaga,
Al saber que no está a mi lado,
Mientras mi corazón la llama.

¡Oh noche!,
¿Qué melodías entonan las gotas
Del rocío que fino se cuela,
Entre el frágil vitral de memorias
Que hoy parecen me queman por dentro?

Si tan sólo mi corazón escuchara,
Las razones que me matan por dentro,
Que la fortuna se escapa en cada paso,
Al saber que se encuentra en sus brazos.

¡Oh noche!
Mi amiga y fiel compañera,
Canta elegías de causas perdidas,
Que su nombre es mi melodía,
Y fantasma deambulo sin sentido.

¡Oh noche!
Que velas los sueños desvelados,
Que proteges en tu tenue manto,
A los ojos que no encuentran consuelo.

Ve y dile que mi alma se muere,
Que me encuentro en cruel vacío,
Que mi espacio no es nada sin ella,
Y que el mundo ya no encuentra consuelo.

Ve y dile lo que estoy pensando,
Musita suavemente su nombre,
Con recuerdos de besos que queman
Y que ahogan en profundo silencio.

Dile que no soy nada sin ella,
Que no hay corazón quien consuele,
Que el día se convierte en noche,
Y que la muerte es mi único testigo.
 
Dile a ella que de amor me arrebata,
Que su nombre lo tengo de frente,
En cada ser que a mi lado se mueve,
Y que al paso ya desaparece.

Noche triste, noche amiga,
Bohemia que inspiras los más dulces sonetos,
Que tu voz se escuche elocuente,
Entonando el más bello poema.

Noche de luna bella,
Amiga que su rostro me muestra,
Que compartes el llanto conmigo,
En una triste noche lluviosa,
En donde sólo ella se encuentra presente.

¡Oh noche!
Cierra mis parpados que mueren de sueños,
Para que sueñe con sus ojos hermosos,
Y poder así encontrar algo de consuelo.

Noche amiga, noche triste,
Ven y sé mi consuelo cada noche,
Que mi alma se funda en tu sombra,
Y así podré amarla en silencio,
Ese mismo que ella misma predice,

Cuando no me responde a mis versos.

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