
Con
el tiempo comprendí
Que
la esencia de las cosas
Contienen
una lógica
Que
va más allá de la razón.
Que
el corazón que es amante,
Descubre
un mundo nuevo,
En
fantasías que se crean,
Entre
letras y figuras.
Que
el mundo es de colores,
Y
las estrellas borran su brillo,
Frente
a los ojos de quien se ama,
Que
son más lucientes que luz de sol.
Con
él comprendí,
Que
tu nombre es bella música,
Que
tu rostro es el de ángel,
Y
medicina que me cura mis miedos.
Que
el universo se crea a tus pies,
Más
valiosa que la más fina joya,
Que
las diosas y musas eternas,
A
tus pies postran hasta su presencia.
Y
¿qué es la luz si no se encuentra su presencia?
¿qué
es el sol, si no están tus dulces rayos?
¿qué
el mar si no alma es mi orilla?
Y
¿qué es el mundo si no te encuentras tú?
Con
el tiempo comprendí,
Que
eres droga que me mata,
Veneno
que quema mis entrañas,
Y a
la vez, suave briza que apacigua mis sentidos.
¿Y
qué decir si tú eres mi delirio?
Si
mi cielo se parece a tus ojos,
Si
mi mundo yo lo encuentro entre tus besos,
Y tus
manos son camino hasta la gloria.
Si
no te tengo, tú te fuiste apresurada,
Dejando
mi corazón en mil pedazos destrozado,
Mientras
buscaste la felicidad en otros brazos.
Y aquí
me quedo con recuerdos y tu nombre,
El
que musitan mis labios entre lágrimas,
El
que es culpable de mi muerte y agonía,
Y que
se forman con seis letras que son mágicas.
Esas
letras que se convierten en pomas,
El
que se conoce en cada una de mis letras,
Dulce
alma, que a mi alma entrelaza,
¡Oh,
Camila!, como el cielo con sus dioses.
Y mis
letras, despedida tras la muerte,
La
que busco, la que encuentro, y que me esquiva,
Mientras
la soledad me suscita los recuerdos,
¡Oh
Camila! Que en mi mente se ha enclavado.
Son
tus ojos, tus mejillas, tu mirada,
Medicina
que me saca de este trance,
De
canciones que entre el viento dedicaba,
Y expresaban
los amores sempiternos.
¿Dime
ahora que haré sin tu presencia?
Arrancarme
el corazón de un solo tajo,
Con
mis manos que recuerdan las caricias,
Que
me queman porque saben no estarás,
Cosas
que con este tiempo que en mi contra,
Me
arrebata una historia que es eterna,
Y me
dice que comprenda que no estás.