sábado, 20 de agosto de 2011

Sólo esta noche


Quédate conmigo tan sólo esta noche,
Pues las luciérnagas duermen en descampado,
Y temo a lo oscuro que se me presenta,
El sueño velado de aquel manantial.

Quédate conmigo tan sólo esta noche,
Cantemos, gritemos, mientras duermen al viento,
Millares de ángeles que siguen velando,
La placida noche de mil enamorados.

Quédate conmigo tan sólo esta noche,
Prometo reírme de las fantasías,
De aquellos hechizos de la primavera,
Dormidos entre lunas de mil amaneceres.

Quédate esta noche, y sólo esta noche,
Después puedes irte al despuntar el alba,
No pienso detenerte si es lo que deseas,
Y entre la niebla verter tus encantos.

Quédate conmigo tan sólo esta noche,
Es luna de invierno, y llora melancólica,
La ausencia del viento de cálido verano,
Que surca los cielos brillantes de estrellas.

Quédate esta noche y cantaremos proezas,
De valientes hombres que quedaron antaño,
O si quieres bebemos del vaso divino,
De elixir festivo que quedó pendiente.

Quédate conmigo tan sólo esta noche,
Para grabar la mirada celeste en tus ojos,
Y preservarla en el tiempo que nunca muere,
Aunque pasen las horas en inhóspitos días.

Quédate, es suplica que brota del alma,
Si acaso algún día pudiste escucharla,
Cuando entre mis brazos miraste el futuro,
De un amor que perdido agoniza en el huerto.

Quédate conmigo, tan sólo hoy,
Mañana prometo quedarme en tu ausencia,
O si lo prefieres miraremos los rayos,
Del sol que visita mi vieja ventana.

Quédate conmigo tan sólo esta noche,
Pero no como fantasma que mutila mis miedos,
Sino como sueño de aquella otrora,
En que fuimos felices vagando en el viento.

Quédate al menos hasta que acabe esta copa,
Que es dulce veneno que quema mis venas,
Después nos despediremos y miraré al infinito,
Contemplando el sueño que miré despierto. 

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