sábado, 6 de agosto de 2011

Ayer

Ayer pensé llorar por un amor,
Por una imagen de mi cabeza,
Que lleva escrito tu bello nombre,
Y que jamás tenerlo pude.

Quise llorar por una ausencia,
Por una despedida sin palabras,
Por un recuerdo que no existía,
Por una mentira que a verdad sonaba.

Ayer pensé llorar por un amor,
Por la lluvia que cayó,
Por las flores que no crecieron,
Por el deseo de que estés aquí.

Más todo era claridad,
Y no existía un jardín,
Sólo insípidas arenas,
Y un mundo de ilusión.

Por eso, hoy no hay lluvia,
Y no lloraré por ti,
Pues eres un sueño del que desperté,
Eras estrella al anochecer.

Pues eres un amor que jamás llegó,
Un fantasma que en mi mente quedó,
Una mera palabra suelta,
Una daga que me aniquiló.

Ayer pensé llorar por un amor,
Más no había lluvia en mis ojos,
Pues al pensar tenerte en mis brazos,
Sólo soñaba entredormido.

Por eso, hoy no hay lluvia,
Sólo recuerdo de lo que soñé,
Un amor que es sólo mío,
Pues él jamás a tu corazón llegó.

Ayer pensé llorar por un amor,
Más ahora encuentro la realidad,
Y eso de que en primavera,
Te deje volar atrás.

Ayer pensé llorar por un amor,
Ese mismo que no existió,
Pero ahora que he despertado,
Encuentro que no vale la pena llorar.

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