sábado, 15 de enero de 2011

Mágico

Mañana mágica que he esperado,

 Entre los barrotes de un mundo que oscuro me esconde
Tu rostro precioso que tan suave y cálido
Me espera paciente para enamorarme.

En medio de las ansiedades,
Te busco con ansia en mi mente,
Mientras recorro caminos estrechos,
Con el fin de tenerte en mis brazos.

Entre tanto me esperas en la ventana,
Suspirando por mí pronto regreso,
Entre amores que nos han llevado,
A cambiar toda nuestra historia.

¿Y qué esperas mientras se adelantan,
Las manijas de un viejo reloj,
Mientras los minutos desesperados,
Se adelantan a un hecho de amor?


¿Y qué espero mientras un suspiro
Se me escapa desde lo profundo,
Cuando a lo lejos miro el destino,
Que me lleva directo a tus brazos?


Mañana mágica que hemos esperado,
La de amores y de paradigmas,
Sin saber si su desenlace,
Será el que hemos soñado.

En medio de mil preguntas,
De los ojos que no nos miraron,
De un pasado que de a poco se borra,
Y formamos nuestra propia historia.


¿Y qué líneas nos marca el destino?
¿Cuál el acto de felicidad?
Si te tengo a mi lado me basta,
Aunque sólo una mirada te robe.


Mañana mágica e inigualable,
En tus brazos tomando tus manos,
Con tus ojos fijos a los míos,
Y musitando frágiles palabras.

En un beso que jamás termina,
En un cielo que ha descendido,
En un fuego que quema por dentro
Y una marca que queda por siempre.

¿Es acaso un sueño cumplido,
Un deseo más puro que el cielo?
Paraíso que llega hasta el mundo
En eternos minutos de ensueño.

Mañana mágica,
 Tú a mi lado sin yo merecerlo,
Y te robas mi vida por siempre,
Entre amores que nos han embriagado.


Mientras miro tus ojos de diosa,
Oh! Princesa de olímpicos valles,
Ni las rosas igualan tu belleza,
Ni es dulce la miel sin tus besos.


¿Y quién piensa ahora en el tiempo?
¿Quién en espacio que nos ha rodeado?
Pues un ángel tengo yo en mis brazos,
En un beso de dioses celestes.


Mañana mágica que nunca soñamos,
Mientras temblores recorren el cuerpo,
Suspiros, miradas, silencios en besos,
Entre un mundo nuevo sólo para los dos.


Y ahora comprendo que estás a mi lado,
Tan real como el amor que por ti poseo,
No eres un sueño tras tu ventana,
Pues te tengo a mi lado tomando tu mano.


Entre tanto los cielos ya han descendido,
En un eterno instante que no acaba nunca,
Pues se encuentra marcado en los corazones,
De dos almas que juntas encuentran sus pasos,
Y se saben cálidamente enamorados.

Mañana mágica que se ha marcado,
En medio de cielos color zafiro,
Vertiente de amores puros como el viento,
Y el rosa brillante de tus dulces labios,
Que puros tocan los míos que ansiosos esperan,
El elixir fecundo de la felicidad.

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