Que siento mis latidos golpeando sin querer,
Al mirar tu dulce imagen que reposa en el papel,
Y que yo abrazo entre amores muy pegada a mi piel.
Comprendo tu extrañeza, nada debes decir,
Y lo único que hago en el día es fingir,
Que te tengo a mi lado, dando vueltas sin parar,
En mi mente que confusa se quiere aniquilar.
Pero no puedo decirte nada, lo que hago es sentir,
Que te marcas dulce mente, y sin nada que argüir,
Mientras el dolor me marca dentro, en el corazón,
Cuando escucho en soledades una dulce canción.
Explícame que es lo que pasa, tú lo puedes decir,
Que al mirar tu dulce imagen yo no puedo fingir,
Que te llevo tan clavada, en el fondo de mi ser,
Y deseo augustamente el día de volverte a ver.
Ese día en que aparezca dulcemente para mí,
Mirándome a los ojos y que me digas que sí,
Que has pensado ampliamente, entre noches desesperadas,
El sentido que se guarda en cada una de mis palabras.
Cómo digo que te extraño tan lejana y olvidada,
Cómo abrigan mis mañanas esa luz de tu mirada,
Entre papel que ha impreso lo más bello de tu imagen,
Una foto que he evitado que otras manos toquen.
Explícame que pasa, dime sólo un por qué,
Dame sólo un motivo, porque pienso que pequé,
Al robarme tu confianza sin nada que esperar,
Porque simplemente en mí no quieres pensar.
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