miércoles, 31 de agosto de 2011

Naturaleza


Escucho el zigzaguear del viento,
entre miles de estrellas multicolor,
con el tono tan celeste de la luna,
y un arco iris de ilusión.

Escucho el rozar del viento,
mientras mis pasos descienden a sus campos,
en medio de caminos tan oscuros,
que se iluminan con el ansia de encontrarte.

Si, lo escucho, lo veo, lo creo,
es el árbol que siempre he estado buscando,
ese mismo del Edén jardín,
que me hace encontrarme entre amores.

Sí, te encuentro, te veo, te escucho,
son tus frutos tan dulces y galantes,
en medio de esta selva tan espesa,
que te oculta del cruel depredador.

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