No me volverás a ver al horizonte,
Me he marchado para no volver,
Mientras los sauces se desgranan en el parque,
Del viejo pueblo en el que crecí.
Se han marchado mis pasos,
Hacia senderos desconocidos e inhóspitos,
En el que sólo fantasmas me persiguen,
Y de los cuales me debo defender.
Ahora que soy huésped de otras plazas,
Donde los sueños se han transformado,
Y la sombra de tu presencia,
Se ha hecho difusa y casi oscura.
No me volverás a ver en el horizonte,
El arcoíris de una mañana me abandonó,
Mientras mis pasos se fueron alejando,
Entre un viejo barco en el cual zarpé.
Mientras recuerdos me agobiaban,
Ahora tengo un nuevo hoy,
En el cual puedo ver un nuevo amanecer.
Ahora hay un nuevo sol,
El mismo que en antaño vislumbré,
Entre letras que se esfuman como el tiempo,
Y no quedan más que en el recuerdo.
No me volverás a ver en el horizonte,
Aunque creas aún que estoy loco,
Pero será lo mejor para el futuro,
Aunque con ello marchite mi jardín.
Aunque ahora parezca todo sombra,
Y el llanto se derrame entre mi plaza,
No volverás a verme en el horizonte,
Porque desde el barco por fin te dije adiós.
2 comentarios:
soy de la opinión que la poesía requiere además de sentimiento musicalidad, métrica y sentido rítmico...
no obstante, aquí el sentimiento es sobrecogedor y muy prometedor en un lirismo sincero y desgarrante de penas y alientos de esperanza
Me parece muy linda esta poesía, y muy interesante. Saludos
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