viernes, 8 de marzo de 2013

Cielo


Sólo una palabra es necesaria,
Mil silencios, un respiro y tu mirada
Que se clava en el azul celeste,
Que me trae los mil memorias sobre ti.

Sólo el arte de pintar en letras,
Esos mil suspiros tan precipitados,
Que sé lleva el viento hasta tu regazo,
Junto a mil recuerdos que llevan tu nombre.

Sólo bellas notas de las más astutas musas,
Dibujadas todas en un pentagrama
De cien mil colores inimaginables,
En un arco iris que riña con tus ojos.

Y entre bellas flores de bellos jardines
El regalo cierto del más bello cielo,
Que refleje toda esa hermosura,
Que se encierra misteriosa tras una sonrisa.

Sólo una palabra es necesaria,
Aunque basten los silencios,
Para descifrar misterios,
De lo profundo del alma.

Sólo una mirada que irradie,
El sol que por dentro abriga,
El misterio que oculto se cuela
En el infinito cielo.

Sólo una sonrisa de tu boca,
Esa misma que sonora hace eco,
En las olas del más vasto océano,
De colores fulgurantes y preciados.

Y entre la inmensidad de uno y otro,
Y entre todos sus colores,
Que se pose entre días y noches,
Los recuerdos de los más hermosos cielos.

Sólo el infinito cielo,
Que sé miras cada día que amanece,
Puede pintar en el alba de tu alma,
Los más bellos, puros, nobles sentimientos,
Que ahora entregas en cada sonrisa,
Cada gesto, y recuerdo que dimana,
En el ver de un cielo estrellado,
Que recorre cada codo de la mente,
En la búsqueda continua de tu rostro,
O al menos de tu imagen dibujada,
En los colores de mil estrellas fugaces,
Te vistan peregrinas en tu espacio,
Que en silencio las contempla en su viaje.

Sólo eso y quizá un poco más,
Si tan siquiera lo tuviera en mis manos,
Para adornar esta infinita atmósfera,
Que no es nada si no te encuentra a ti.

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