Por
los mismos caminos que antes
Entre
alegres sonrisas y conversaciones,
Conquistamos
con nuestros pasos amantes.
Un
día el destino pasó separando,
Lo
que el mismo otrora fingió entrelazar,
Como
un apocalipsis de nuestro amor,
Que
destruye este mundo que por ti cree.
Responde
si quiera una sola cuestión:
¿Eres
tú la que eras antes de ayer?
¿Acaso
eres fantasma de mil años atrás?
¿Sabes
si quiera quien eres tú?
¿O
respondo por dentro lo que no sabes tú?
Responde
si quiera, que quiero pensar,
Que
has muerto de golpe a trágico final,
Y
poder visitarte en el hades mortal,
Al
que entraría en vida para poderte encontrar.
Un
tormento de dioses que se mofan sin par,
Por
la desgracia de un hombre que tuvo que marchar,
A
lejanas tierras donde tú no estarás.
Tal
vez no lo sepas, o al menos parece,
Que
mi alma te busca desde aquel día fatal,
En
el que encontrándote quise que fueras mi paz,
Y
ahora sólo eres mítica soledad.
Y
es que tal vez no lo sepas, el destino nos unió,
Pero
no sabes si quiera quien eres por mí,
Y
te respondes por dentro, mientras callas aquí,
Por
el temor a dejarte llevar por el amor.
Un
día cruzamos, ahora ya no nos conocemos,
Maldito
destino que nos puso en el lugar,
Si
hubiese sabido lo que iba a pasar,
Quizás
hubiera cruzado una cuadra atrás,
O
quizás no haya visto al alma más pura,
Que
ahora quedó atrás.