sábado, 13 de julio de 2013

Quiero

Quiero levantarme con la luz de tu sol,
descubriendo tu mirada fija en un retrato,
que adornada con el dulce azul
de las nubes más celestes,
se ilumina ante el candor de tu sonrisa.

Quiero caminar tomado de tu mano,
bajo la tenue brisade la esquina de la plaza,
y decirte que eres bella sin medida,
mientras confundo entre las luces,
el brillar de tu mirada.

Quiero decirte princesa,
mientras pienso
en lo mucho que te quiero,
y en el infinito abismo ciego,
de saber que no sientas lo mismo.

Y entre prados adornados de mil flores,
quiero ver en cada una la semilla,
de lo utópico disfrazado de esperanza,
y de lo absurdo de parase fantaseando,
que quizás algun día,
al cruzar el umbral de la ventana,
de los sueños de un inquieto mago,
las miradas se confundan pasajeras,
en un te quiero que me sabe a la gloria.

Quiero caminar tomado de tu mano,
bajo la tenue luz que ya se marcha,
en la plaza de el más antiguo pueblo,
que dibuja en cada uno de sus lados,
el amor que desde dentro te profeso.

miércoles, 3 de julio de 2013

Amándote

Quiero escribir mil versos,
todos ellos narrando una historia,
entre diversos parajes del bosque,
y multiformes colores arco iris.

Dejar que en el viento transcurran,
los acasos más grandes del mundo,
entre lineas pintadas de hermosura,
y con el calor de tu mirada.

Quiero escribir mil versos,
mil historias que narren lo que has hecho,
cuando al despertar de la fe nos encuentras,
sedientos de amores perdidos.

Dejar que en el viento transcurran,
tus amores con los míos confundidos,
entre el llanto de tarde encontrarte,
y aún saber que así me sigues amando.

Quiero escribir mil versos,
todos ellos que lleven tu nombre,
para que así conquistar yo pudiese,
las dádivas de tu amor divino.

Y que muchos encuentren en tu nombre,
esa paz que en el corazón aflora,
al comprender que en medio de la ceguera,
puedes tu ser la luz que nos guía.

Quiero escribir...
más mil versos no son necesarios,
y sin embargo no son suficientes,
para alcanzar la magnitud de tu nombre.

Pues en la escena feliz del calvario,
en que derramas tu amor en mil gotas,
dibujas luminosos sonetos,
de los cantos de los enamorados,
que en tu corazón amantísimo,
encuentran el perdón requerido,
que no obstante es inmerecido.

Por eso, aunque mil versos te escriba,
Señor de amores enamorado,
en el corazón se transcriben las letras,
de quien ha encontrado paz en tu descanso,
y de quien sábese amado por siempre,
de Aquel que su culpa ha perdonado.